El salmos 25. 4-5 nos dice :
«Muéstrame, oh Jehová, tus caminos; enséñame tus sendas, encamíname en tu verdad, y enséñame, porque tú eres el Dios de mi salvación; en ti he esperado todo el día» (énfasis añadido).
Este pasaje contiene tres frases clave: muéstrame, enséñame y encamíname.
Cuando Dios nos muestra sus normas y su voluntad para nuestras vidas, no siempre nos es fácil. Casi siempre requiere que crezcamos y cambiemos. Pero una vez que aceptamos lo que Dios nos quiere mostrar, puede enseñarnos. Y cuando se nos puede ensenar.
Cuando Dios me muestra, Él tiene mi corazón. Cuando me enseña, tiene mi mente. Cuando me encamina, tiene mi mano.
En medio de cualquier situación siempre hay algo mas que hacer y nada mas eficiente que la oración.
~#Companerosdeoracion#
~#JohnMaxwell#
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